Curiosamente se trata de un signo del que no encontramos referencias en las antiguas Mesopotamia o Grecia.
Los griegos solo conocieron once signos y el espacio ocupado por Libra correspondía a la figura de un escorpión. Fueron los romanos quienes dividieron a éste en dos.
Libra, signo de aire, es el signo del equilibrio por excelencia, de la armonía, el sentido artístico, de la justicia, y la paz. Pero también puede derivar en inestabilidad, inconstancia, e incluso perversidad.